Al terminar de leer Harry Potter and the cursed child, de J.K. Rowling, no puedo evitar que la nostalgia me abrume, ni ser aplastado por todos esos recuerdos que envuelven este mundo mágico con mi yo-lector. Es una historia que he disfrutado de inicio a fin con una sonrisa grabada en mi rostro. Sin embargo, no puedo evitar ignorar esa parte de mí que insiste en que todo debió morir con el séptimo libro.
Título: Harry Potter and the Cursed Child
Título en español: Harry Potter y el lagodo maldito
Formato: Tapa dura
Idioma: Inglés
Número páginas: 330
Editorial: Scholiastic
Precio: 139
La historia se situa en el mundo mágico diecinueve años después de la Batalla de Hogwarts y comienza donde el séptimo libro termina: con Harry y Ginny llevando a sus hijos al expreso de Hogwarts. Albus Severus Potter, el segundo hijo del matrimonio, está por comenzar su primer año y está lleno de miedos y dudas. No la tiene fácil, no al llevar el apellido más fomoso en el mundo mágico.
Al ser un Potter, Albus tiene los ojos de todos sobre él, ha crecido bajo la sombra de su padre y todo el mundo espera grandes cosas de él. Pero todo comienza mal. Albus no tan solo es malo con la escoba o realizando hechizos, sino que también pertenece a Slytherin. Todo eso lo lleva a ser ignorado por todos sus compañeros, excepto su único amigo: Scorpius Malfoy.
Los cuatro primeros años en Hogwarts no han sido mas que un infierno para Albus. Llevándo odiar la escuela y generar un resentimeinto hacia su padre. Es ahí donde comienza la historia, a partir del odio que siente el pequeño Potter hacia su padre. Lo que lo lleva a hacer algo con tal de darle la contra. Ese algo es: salvar a Cedric Diggory en el torneo de los tres magos de 1981. ¿Cómo? ¡Con un giratiempo! Algo que está prohibido por las leyes mágicas. Ya que después de la Batalla de Hogwarts todos los giratiempos fueron destruidos. Albus junto a Scorpius deberan conseguir el único giratiempo que existe para poder llevar acabo su misión, poniendo en riesgo la paz que lleva viviendo el mundo mágico desde la derrota de el-que-no-debe-ser-nombrado Voldemort.
¿UN FANFIC?
Durante todo el tiempo que estuve leyendo el guión no pude dejar de pensar en: ¡¿Qué clase de fan-fiction es este?! Porque mi cerebro no podía procesar todas las alteraciones de tiempo que se hacen durante las dos parte de la obra. Menos algunas sucesos mientras más se adentraba al final. Acciones que a veces eran predecibles y sonaban lo suficientemente inverosímiles como para haber sido creadas por algún fanático. A veces tenía que hacerme recordar que la misma J.K. Rowling era parte de todo este proyecto.
JUSTO EN EL KOKORO
Todo lo anterior expuesto es perdonado porque la historia juega con la nostalgia de volver a saber de personajes con los que muchos hemos crecido y creímos no volver a ver después del séptimo libro. Es por eso que recibí la historia sin tratar de juzgarla y le abri las puertas de mi corazón por que, seamos sinceros, ES HARRY POTTER. El amor hacia esta saga hizo que pudiera procesar de manera tranquila y amable esta historia. Pero estoy convencído que no soy el único que piensa que Harry Potter acabó después de la batalla de Hogwarts y espera que se respete eso. ¡Ya no extiendan más la historia porque se puede arruirnar y no queiro terminar odiandolo!
Felizmente, J. K. Rowling ya aseguró que no escribiría más sobre Harry y esperemos que así sea, porque debemos aceptar que es mejor que acabe con un buen recuerdo que con una historia que deje un sin sabor.
El guión es rápido de leer, emociona en muchas partes (si eres un verdadero potterhead) y sobre todo te hará recordar todo lo que viviste durante la lectura de los siete primeros libros.
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