Si eres de los que también pensó que encontraría historias de algún vigilante en una granja o algo parecido pues bienvenido al club y déjame decirte que esta extremadamente locuaz novela de J.D. Salinger, El guardián entre el centeno, va de todo lo contrario. Un adolescente que es expulsado de su colegio y no está seguro de lo que quiere y se deja llevar por el momento y sus recuerdos que los va soltando sin algún filtro alguno. Esta novela es un tsunami de pensamientos realizados por el neoyorquino de dieciséis años Holden Cauldfiel, sincera y sin pelos en la lengua.
Título Original: The Catcher in the Rye
Formato: Tapa rústica
Número páginas: 280
Editorial: Alianza Editorial
Sinopsis: La impresionante fuerza con que el adolescente protagonista se mira a sí mismo es de una brillantez sostenida como sólo muy pocos autores pueden lograr. Las peripecias del adolescente Holden Cauldfiel en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas generaciones de todo el mundo. En su confesión sincera y sin tapujos, Holden nos desvela la realidad de un muchacho enfrentado al fracaso escolar, a las rígidas normas de una familia tradicional, y a la experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo.
Seguro ya han oído hablar incontables veces sobre este libro en libros. Esta novela publicada en 1951 tuvo un gran impacto en la sociedad norteamericana perdurando desde entonces y convirtiese en un clásico y, además, una novela de culto. Una novela que más de 60 años después de su publicación sigue siendo los favoritos de muchos lectores.
Es por eso que con tanta presión siempre había postergado el inicio de esta lectura por un miedo inmenso a que no me guste. Felizmente los temores no se convirtieron en nada más y no solo disfrute de la increíble, pero veloz, lectura de este personaje que crea J. D. Salinger. Quién debo confesar por momentos me saca de quicio y en otros no conseguía más que sentir una lastima tremenda e impotencia por poder hacer nada más que leer.
Para comenzar quiero situarlos un poco en la época en el que se desarrolla esta novela. Debemos recordar que en 1951 Estados Unidos estaba saliendo de una guerra y preparándose para otra. El costo de las cosas era totalmente distinto, podías comprar un galón de gas por 19 centavos. Es el año donde se realiza la primera transmisión televisiva a colores y comienza las llamadas directas de costa costa en Estados Unidos. Creo que estos son datos importantes para poder situarnos e imaginarnos un poco el mundo donde Holden vive y la razón de su pensamiento.
Vestimenta en 1951:
Holden Cauldfiel es un chico de 16 años, alto y tiene parte de la cabellera con canas. Al iniciar la novela nos cuenta que ha sido expulsado de Pencey, un internado para hombres el cual odia por lo falso que resulta ser el director. Es retirado del colegio por haber reprobado casi todos los cursos, menos lenguaje. En un ataque de ira y tras unas pelea con su compañero de habitación decido irse de Pencey y alojarse en algún hotel de Nueva York hasta el día miércoles que es cuando se supone que debía volver a casa y enfrentar a sus padres, porque no es la primera vez que lo expulsan de un colegio.
La novela relata los 3 o 4 días en los que Holden intenta sobrevivir en Nueva York por su cuenta. La novela parece que durara más tiempo pero todo es una ilusión generada por los cientos de divagaciones que tiene Holden. Quien, desde mi punto de vista, es muy nervioso. Son de esas personas que no pueden estar en silencio, ni sin hacer nada. Él siempre está hablando y pensando y buscando que hacer sin estar seguros del porqué. A través de los recuerdos, Holden, nos va contando la relación con sus padres, sobre la muerte de su hermano, lo que piensa de su hermano mayor y que es lo que siente por su pequeña hermana.
Holden es un personaje marginado, el mismo se siente así. Se considere poco inteligente y que debería huir y vivir lejos de la sociedad, porque considera que todas las personas son falsas, sin la capacidad de encontrar la felicitad verdadera. La situación en la que se encuentra el personaje principal nos lleva a reflexionar mucho sobre nuestro pasado y qué es lo que realmente queremos para nuestro futuro. ¿Estamos haciendo lo correcto? ¿Nuestra meta es la correcta? O simplemente estamos andando como si fuéramos un grupo de personas empujadas por la sociedad.
J. D. Salinger escribe la novela en primera persona y con las mismas muletillas que tiene Holden al hablar, lo que nos da una visión más personal del personaje. Quien siempre está pensando y fumando y recordando y pensando sobre la relación con su familia y sobre Jane y sobre su hermano escritor y sobre lo mucho que odia las películas y sobre lo falsa que es la gente y sobre lo que sería el sexo y todo a la vez. La velocidad de sus pensamientos hace que la lectura sea rápida.
El guardián entre el centeno es de esos libros que todos deberían leer y después de eso obligar al resto que lo lea. Es nuestra misión.
